Las
fresas se unen al ajo, a la soja y a las nueces en la
lista de alimentos reductores del temido “colesterol malo” o
LDL, que se acumula en las paredes de las arterias y provoca problemas
cardiovasculares.
Un experimento llevado a cabo por la
Universidad Politécnica delle Marche (Italia), en colaboración con
universidades de Salamanca, Granada y Sevilla, demostró que el consumo de medio
kilo de fresas al día durante un mes disminuye los niveles de colesterol malo y
triglicéridos. Los niveles de colesterol bueno, por su parte, se mantienen sin
cambios tras la dieta frutícola, lo que corrobora el efecto protector de los
compuestos bioactivos de las fresas.
Fuente: Muy Interesante