Mejora del perfil lipídico y la previene problemas cardiovasculares.
Esta dieta se ha ido forjando a lo largo de la historia y se caracteriza por ser rica en verduras, legumbres, frutas, frutos secos, aceite de oliva, pan y pescado. Las preparaciones culinarias van desde las más sencillas a las más elaboradas en un abanico infinito de deliciosos sabores.
El pan de trigo, el aceite de oliva y las bebidas fermentadas en cantidades moderadas son los ejemplos más representativos de esta dieta.
El ajo y la cebolla son imprescindibles en infinidad de platos y las especias más utilizadas son el romero, tomillo, orégano, albahaca, pimienta, hierbabuena y pimentón. Las ensaladas se aliñan generosamente con aceite de oliva y vinagre. Los frutos cítricos tampoco faltan en esta deliciosa dieta.
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