La vitamina C o ácido ascórbico interviene en numerosas reacciones enzimáticas, en la oxidación de
ciertos aminoácidos, favorece la absorción intestinal del hierro, es
indispensable en la síntesis de colágeno, una proteína importante utilizada para
formar la piel, el tejido cicatricial, los tendones, los ligamentos y los vasos
sanguíneos
El ácido ascórbico es esencial para la cicatrización de
heridas y para la reparación y mantenimiento de cartílago, huesos y dientes.
Al igual que la vitamina E y el betacaroteno, la vitamina C es un
antioxidante muy bien conocido. Los antioxidantes son nutrientes que bloquean
parte del daño causado por los radicales libres.
El déficit de vitamina C
determina la aparición de hemorragias especialmente en vasos de poco calibre y
encías.
Una forma grave de deficiencia de vitamina C se conoce
como "Escorbuto", una avitaminosis que antiguamente afectaba a algunos marinos
que en sus largos viajes no podían acceder a frutas y verduras frescas.
Las
principales fuentes de vitamina C de la dieta son las frutas cítricas, fresas.
Frambuesas, tomates, pimientos y otras hortalizas.
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